Ada
se sentó a la mesa y empezó a poner en una balanza, todos sus
comienzos y todos sus finales. Quería saber cual es su relación, si
pesan lo mismo. La balanza demostraba que era mucho más pesado
empezar que terminar. Al principio nos cuesta empujar el “carro”
de proyectos, una vez puesto en marcha, parecen mucho más ligeros.
No tengas miedo de empezar, hazlo con la convicción de éxito. Si
empiezas bien, solo te puede ir mejor. Si ves que no es eso, no
olvides, que terminar es menos pesado. Que tus inicios y finales,
estén acompañados de una buena reflexión, poniendo en la balanza
todos los pro y contar.
Feliz
Martes de balancear bien los inicios y finales.
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