viernes, 18 de abril de 2014

Presencia

Una de las experiencias más difíciles para el ser humano, tiene lugar, cuando el sufrimiento se infecta de la soledad. Entonces el dolor duele más y las largas horas se hacen más largas. Los silencios gritan un rotundo “nada”. En muchos casos el cuerpo responde a los medicamentos ,mas no es espíritu. Muchas personas, como los que se están ahogando y luchan por una bocanada del aire, luchan por encontrar motivos para seguir luchando. Ahí es donde tú y yo deberíamos estar. Nuestra presencia a veces callada, rompe la soledad. Quita mil dolores y tristezas, se convierte en un faro, que alumbra la noche oscura de los sufrimientos de antes y de ahora.



Feliz Viernes Santo de lluvia y presencia.




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