viernes, 29 de mayo de 2015

Calentando el alma

El frío le recordaba dolorosamente su dependencia de los demás. El abrigo, la calefacción, aliviaban lo que sentía el cuerpo, faltaba encontrar algo que pueda calentar el alma. Ninguna ropa era capaz de hacer eso, ni ponerse al sol ayudaba en algo. El único camino que lleva el calor al alma pasa por los ojos. Si éstos se encuentran con otros ojos que los reciben con una mirada llena de ternura, respeto y atención, llegará el calor al alma. La misma ternura es capaz de atravesar la piel y todo tipo de caparazones y armaduras para llegar al alma. Una ternura que envuelve los gestos, las palabras. miradas y silencios, la que se respira en el aire, inmuniza contra todo tipo de soledad: aguda, infecciosa o crónica. Comparte transmite lo que recibiste, no pierdes nada, tarde o temprano regresara a ti, cuando más la necesites.

Feliz viernes de ternura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario