viernes, 8 de mayo de 2015

Palabras infectadas de silencios

Imelda tenía un grave problema que la afectaba desde hace un tiempo. Sus palabras se infectaron de silencios. Aunque las pensaba, no las decía, porque nadie las escuchaba. Una infección muy contagiosa, que empezó a invadir cada vez más palabras. Imelda trataba de consolarse que es suficiente sentir y pensar palabras para poder llevar una vida normal, pero sentía la falta de pronunciarlas. Todo empezó hace unos años, cuando sus hijos y nietos empezaron ocuparse de la casa. Ella decía algo, intentaba dar un consejo o simplemente expresar su opinión, pero nadie la escuchaba. El silencio le empezaba colarse por los huesos e invadir sus palabras. Hoy día casi no pronuncia palabras y parece que los que están cerca ni se daban cuenta. No permitas que tus palabras o las de los demás se infecten en silencio. Fueron inventadas para ser pronunciadas y para comunicar lo que tienes dentro.

Feliz viernes de muchas palabras.

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