sábado, 16 de mayo de 2015

Lluvia de Palabras

La lluvia no daba tregua y las palabras estaban escurriendo en las calles, haciendo surcos y creando nuevos raudales. Las mismas calles de la vida que antes se llenaron de silencio, ahora desbordaban de palabras. Con palabras aparecían callejones de las risas y también las esquinas de los asombros. La gente sumida en silencio llenaba de palabras todos los recipientes que tenía libres. Uno nunca sabe cuando va a durar la sequía después de la lluvia. Y sin palabras no crecen las conversaciones. Es mejor regar con frecuencia las relaciones y los encuentros con abundantes palabras para que crezcan las conversaciones y se hagan fructíferas, dando sabor a la vida.

Feliz sábado de lluvia de palabras.

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