Jorge
a diario se alimentaba de todas las noticias. Todavía no se
levantaba y ya desde la cama recibía su dosis diaria de veneno. Sus
primeras vitaminas eran los recuentos de los asaltos, violaciones,
asesinatos. Al levantarse con mucha desconfianza abría la puerta de
su casa. Pues como sabe usted, hoy no se pude confiar en nadie. El
mundo está lleno de terroristas, gente mala, repetía a diestra y
siniestra, a las pocas visitas que recibía en su fortaleza. Jorge se
envenenaba con tantas noticias malas que le hacían renunciar la
sensatez y ver el mundo que lo rodeaba. Hablando, viendo, escuchando,
leyendo sobre los terroristas se volvió un terrorista incapaz de
amar confiar tener amigos. La maldad es ruidosa. Un golpe hace más
ruido que mil caricias. Un grito hace más ruido que una sonrisa. No
te dejes envenenar desde la mañana.
Feliz
Jueves sin Terrorismo interior
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