lunes, 11 de noviembre de 2013

Silencios escuchados

Raquel sentía que la gente no la entiende, que no tiene ni paciencia ni tiempo para estar con ella e interesarse por sus cosas. Ella habitualmente decía más con los ojos que con las palabras. Nadie alrededor tenía tiempo de descubrir todo lo que Raquel quería compartir. A veces se quedaba con medias palabras, hasta con sentimientos sentidos a mitad. Lo único entero completo y claro era el amor de una personita a su lado. Entre prisas y prisas, unos cuantos suspiros y unas sonrisas colgadas en el aire que adornaban su mundo se le iban los días, en la constante espera de poder sentarse en el sillón y por fin hablar. Todos necesitamos llorar todo, sentir sentimientos completos y hablar hasta con silencios bien escuchados. Si no escuchan nuestras palabras, mucho menos van a escuchar a nuestros silencios.

Feliz Lunes de Escuchar hasta los silencios.

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