jueves, 21 de noviembre de 2013

Sueños Voladores

En el camino que conduce a Olvido, Don Magdonio tenía un pequeño taller, en él que remendaba viejos sueños. Les sacaba su brillo de antes, les daba un baño de chispas de ilusión y encanto. Les echaba a secarse con luna llena. Después les ponía plumas de colores, y soplaba para que vuelen a los cuatro vientos. En el mundo que tira lo que no consume o no funciona, y no se interesa por lo que no produce ganancia, don Magdonio no se dejaba impresionar por lo: mega, maxi, super, extra, ultra, nuevo y único. Él convencido que los sueños y la imaginación no saben de limites ni fronteras, les hacía volar de nuevo y llegar, a los que a veces pierden motivos para despertarse o levantarse de la cama.

Feliz Jueves de Sueños voladores

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