Mayha
sentía que a veces tenía que gritar más de la cuenta para que se
escuchen sus palabras y entiendan sus silencios. En su vida a veces
lejos estaban las cosas que querría y necesitaba. Sabía que la
felicidad está ahí, solo hay que atar con paciencia algunos cabos
sueltos. Mayha no dormía unas cuantas noches y derramaba lagrimas
unos tantos días, antes de ordenar las cosas revueltas. Todos tarde
o temprano tenemos que saber y decidir, que es lo primero. Puede ser
que las desgracias nos vienen en manadas, pero la felicidad viene en
fila, una cosa tras otra. Al descubrir lo primero también optamos
por lo segundo y por demás cosas. Así como después de la primera
lagrima vienen las otras, así después de la primera sonrisa vienen
las otras. Y eso es la felicidad nuestra de cada día.
Feliz
Viernes de Primero de noviembre, de ver lo Primero.
Día
de los Angelitos y de los Chichiliques ;)
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