miércoles, 27 de noviembre de 2013

La Refugiada

No tuvo suerte, no la recibían bien. Para legalizar su estadía en el lugar, se topó con una maquina burocrática, que le impedía conseguir su objetivo- vivir aquí legalmente. No pudo realizar su sueño. Al contrario, muchos soberbios para despreciarla, en la cara le decían- extranjera. La acusaban que no entiende la cultura, que no conoce las costumbres. La Coherencia se quedaba sin permiso de residencia, a punto de ser expulsada, se sentaba en el banco frente a una institución importante sin entender nada. La eterna emigrante y refugiada del mundo moderno.

Feliz Miércoles de dar refugio a la Coherencia

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