Los
problemas ponían cara seria para impresionar a Nilda. No conseguían
nada. Ella los recibía con sonrisa que ya de entrada, descolocaba a
los problemas acostumbrados a ser recibidos con caras de espanto, con
las lagrimas, gritos y constantes ayes. Nilda se tomaba el tiempo
necesario para ver de que lado se puede morder los problemas, de que
lado será más fácil empujar. Solo en agua suficientemente profunda
se pude nadar. El que mantiene la calma no se va a ahogar. Con esta
actitud ella salía a flote de tantos problemas y situaciones
difíciles.
Feliz
Martes de mantener calma frente a los desafíos.
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