viernes, 29 de noviembre de 2013

La Aceptación

Celia no encontraba su lugar. Por más vueltas que daba sentía que no está aceptada. Y no es que era una persona conflictiva o extraña. Simplemente no encontraba reacciones que esperaba. Lo peor de todo cuando estaba sola, más complicadas se ponían las cosas. Su silencio se llenaba de reproches: ¿por qué soy así?, ¿por qué dije eso o hice aquello? Un rosario de preguntas y reproches. La falta de la Aceptación por dentro, trae problemas y tensión por fuera. Celia mucho tiempo buscaba las respuestas y culpables. Hasta que cansada mirando el espejo que tantas veces vio sus lagrimas sonrió a si misma y a la vida. A partir de aquel día nunca le faltaba aire ni amigos. Aprendió acompañase a si misma sin reproches miedos y aburrimiento.

Feliz Viernes de Aceptación.

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