martes, 3 de mayo de 2016

El sueño si, el coma no

No se despertaba de todo. Siempre se quedaba en ella una parte dormida y si no dormida de todo por lo menos adormecida. No se trataba de un descanso apacible, sino de una inactividad, una pasividad, que por eso invadía su vida. Cuando más necesitaba, sentía la ausencia de su entusiasmo, de su creatividad, perseverancia y esperanza. No sabía cómo despertar esta parte de ella que antes era tan activa. Las críticas, el constante echarle la culpa por todo, la han frenado. Su aparente letargo era su forma de autoprotección, de no exponerse más, ni sufrir más. Una vida así no la llenaba. Quería más y quería mejor, para eso tenía que despertar y hacerse inmune a las críticas de los envidiosos, los cómodos y “los todoquejosos”. No permitas que se duerman tus ganas de hacer las cosas que te llenan. Siempre vas a encontrar a los que opinan desde la comodidad de su sillón. El sueño forma parte de la vida, pero no así el coma. No vivas adormecido/a por el miedo y la inseguridad.
Feliz martes de despertar de todo.

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