Los amigos a veces se quejaban de
ella. Sin que ellos se quejen, ella tampoco se sentía bien con lo
que estaba pasando últimamente con ella. Se le acumularon tantas
cosas que se perdía entre ellas. Algunas veces intentaba a atender
dos o tres cosas al mismo tiempo y al final no atendía nada. Estaba
en todo y en nada. Lo peor cuando estaba con sus amigos. Ellos decían
que desde hace tiempo se ausentaba. Su cuerpo si estaba con ellos,
pero no así su mente, su atención, su corazón. Éste navegaba
entre miles de asuntos pendientes. Si estás con alguien trata de
estar con esta persona o con estas personas plenamente. Desconéctate
de vez en cuando de tantas cosas pendientes. Las cosas se quedan y
las personas se van. Y cada encuentro tiene sabor de algo único y la
escondida tensión de algo último, puesto que nunca se va repetir en
las mismas condiciones y circunstancias. Aprovéchalos.
Feliz lunes de encuentros.

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