A veces es más fácil enterrar los
sueños que tanto tiempo esperaban que alguien se ocupe de ellos, que
intentar una vez más hacerlas realidad. Puede ser que algunos en
estas circunstancias eran imposibles o difíciles de realizar, pero
otros solo necesitaban algo de tiempo con una buena dosis de
perseverancia como la de un buen jardinero. Él que sabe que las
cosas tienen su orden y necesitan su tiempo. Solo así respetando
orden y tiempo en el jardín siempre renace la vida y se tiene flores
hermosas. Los sueños están sujetos a las mismas reglas de orden y
tiempo. Puede ser que en nuestro mundo vertiginoso de efectos
inmediatos, que parecen casi mágicos, las dos cosas escaseaban. Es
más fácil creer que es imposible que hacer el esfuerzo. Enterrar
antes que perder el tiempo cuidando. Hagámonos jardineros de
nuestros sueños cuidando el orden y el tiempo.
Feliz sábado santo de sueños
enterrados.