Solo al quedarse quieto veía como corre
el mundo a su alrededor. Lo anormal es considerado normal y los que
no siguen este ritmo desenfrenado son culpados de retraso. ¿Retraso
a qué? Él creía que la única forma justificada de correr es la de
deporte, fuera de eso no se justifica ni las prisas ni la tensión.
Teniendo tanta prisa no tenemos más tiempo, no vemos más, no
sentimos más. Terminando una cosa ya corremos detrás de otra, sin
disfrutar de nada ni de nadie. De los que se cruzaron en nuestro
camino apenas retenemos rostros, nombres, ignorando en la mayoría de
los casos sus historias y sus sueños. Se dice que por respeto,
porque es una cosa personal, privada, pero a la hora de la verdad ya
perdimos la costumbre para hablar de algunas cosas, porque hay que
tener tiempo, no se puede correr para tratarlas. Hay que tener tiempo
para las palabras silencios suspiros risas y una que otra lágrima, y
eso parece un lujo que no nos podemos permitir. No corres tanto
conoce más del mundo que te rodea y personas que encuentras.
Feliz sábado sin prisa.

No hay comentarios:
Publicar un comentario