Ya nos queda poco tiempo, solía repetir
para meter algo de prisa cuando tenían que recoger la mesa o hacer
alguna otra cosa el domingo. Es que quería que los domingos gasten
lo menos tiempo posible en el trabajo y tengan la mayor cantidad del
tiempo libre para mi compartir, para estar juntos. No se trataba de
estar juntos y siempre hacer alguna cosa concreta, sino estar juntos
disfrutando del tiempo, de la simple posibilidad de mirarse
escucharse tomar en cuenta. Siempre aparecía alguna posibilidad de
hacer algo juntos, algo que no sean solamente los quehaceres de la
casa sino algo diferente. Decía que lo que hacemos durante la semana
lo hacemos para el cuerpo y lo que hacemos durante los domingos lo
hacemos sobre todo para nuestro espíritu. Algo que alimente dentro
de nosotros aquella fuerza maravillosa que nos empuja el resto de la
semana, que amortigua diferentes choques, que sirve de sobrepeso
cuando estamos perdiendo el equilibrio, que un nuevo impulso cuando
sentimos que nos estamos estancando. Es mucho más que cargar
batería, aunque con frecuencia se usa esta expresión. Aprovecha tu
domingo, haz algo para tu espíritu.
Feliz domingo de cuidar el espíritu.

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