Ella y sus problemas se quedaban a una
segura distancia atrincherados en sus posiciones inmóviles
observándose. Sus problemas esperaban algún movimiento de ella con
miras a una solución, ella esperando que los problemas con el tiempo
se solucionen solos. No ocurría ni lo uno ni lo otro. No existen
milagrosas fuerzas internas que hagan a desaparecer a los problemas.
Les hemos acompañado en su aparición, incluso algunas veces hemos
provocado su aparición, ahora nos toca acompañarles en la solución.
No es un camino fácil ni sencillo pero es el único. Algunas veces
por el mismo camino por el que llegamos a una situación problemática
podemos salir de ella, pero otras veces tenemos que buscar otro
camino. No te quedes observando. Observa solo para conocer bien y
ubicar bien a tus problemas luego haz el movimiento necesario para
emprender el camino de solución.
Feliz sábado de observación y
movimientos.

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