Sus manos eran muy gastadas por el
trabajo, no se avergonzaba porque hasta ahora pudo enfrentar sola
todos los obstáculos, sin pedir favores ni privilegios. Lo que la
preocupaba no eran las manos sino el amor. Éste parecía más
gastado que las manos, siempre dando capa a capa desgastando ternuras
y cariños que no tenían tiempo de regenerarse. Cuando uno da sin
reponer, corre el peligro que un día se puede agotar. La
regeneración solo acontece en la calma y la paz al sentirse amada/o
sin miedo de traición ni miedo del mañana que se viste de
diferentes formas. Para el desgaste del amor, no hay pomadas, ni
guantes que aguanten. Busca la manera de reponer lo que das, para que
nunca te falte, que no se te agote, porque cuando se agota nos agota
y no podemos con nada. Mímate un poco y déjate mimar, eso te
permitirá tener más calma y resistencia.
Feliz miércoles de evitar desgaste
total.

No hay comentarios:
Publicar un comentario