jueves, 25 de julio de 2013

Respeto

En la calle encontré un pequeño huérfano, abandonado por su gente. Triste, sin entender nada, miraba con estos grandes y pacíficos ojos. No entiende por qué no lo quieren, por qué lo expulsan, de las casas, de la comunidad. Me dio pena verlo solo. Le prometí, que encontrare gente, que lo quiera recibir, acoger, como uno más de la Familia. No pide mucho, solo quiere ser tomado en cuenta. Los que no lo quieren, luego se quejan, se justifican, que se mete en todo, que no les deja en paz. El como siempre cayado, solo les mira la cara. Su mirada les incomoda, porque parece, que ve más allá de su rostro. Claro que estando en la casa, está en todas partes, participa en todas conversaciones, forma parte de reuniones, relaciones, hasta diversiones y juegos. Y con todo esto conoce su lugar, por su naturaleza no se impone a nadie. Así es mi pequeño Respeto. Reciban lo en su casa y vida.
Feliz Miércoles de Respeto

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