lunes, 14 de octubre de 2013

Amor sin memoria

Lucrecia no tuvo una vida fácil. El destino no sembró la felicidad en su huerta y por eso no le creció, la compasión que le tenían le hacía sentirse amada, tomada en cuenta. Sin ella se sentía vacía muy vulnerable. Se compadecían tanto de ella hasta que ella empezó a compadecerse de si misma. Era cómodo y no exigía ningún esfuerzo. Con su difícil situación pudo explicar muchas cosas que ha hecho en su vida. Incluso llegó a justificar su frialdad y crueldad. Muy poco amor recibió, por lo mismo muy poco amor pudo dar. Sus nietos que han llegado pronto a su vida, que no tenían memoria de pasado y no hacían cuentas de lo vivido le daban sin recibir. Y este pequeño perro que llegó a su casa le dio más que nadie. Un amor sin preguntas, cuentas ni recuerdos. Un amor nuestro de cada día.

Feliz Lunes sin Revanchas


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