lunes, 28 de octubre de 2013

El músculo de amor

Nadie sabía de esto, era su dulce secreto. Rocío tenía un poder escondido. Su músculo de amor era más fuerte de lo que sus amigos pensaban. Pues el amor no se mide según cantidad de besos y suspiros, sino por la comunicación que se tiene con los demás y por la capacidad de ver la luz de alegría, después de cada oscuridad de problemas. Parece que a veces la vida bombeaba soledades en su cuerpo, pero ella supo sacudirse y poner de pie y espantar nubes con una sonrisa. Los que la escuchaban se daban cuenta que siempre decía más que sus palabras. Y a diario tejía su felicidad siempre a su medida.

Feliz Lunes de espantar nubes de problemas.

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