Teniendo tantos aparatos eléctricos y electrónicos, se pasaba el
día conectando y desconectando. Lo hacía con una habilidad
admirable. Era capaz hacerlo con los ojos cerrados, fácilmente
detectaba cada parte. Incluso ocupada en otra tarea, fue capaz de
manipular las conexiones, para permitir a cada aparato el suministro
de energía y la carga adecuada. Lo que no supo hacer, es extender
esta habilidad y preocupación a ella misma, a su propia vida. Puesto
que ella también necesitaba conectarse a cosas que le daban vida y
energía. Viviendo entre una exuberante naturaleza, no aprovechaba en
nada su belleza, pasaba demasiado tiempo sentada fijando sus ojos en
pantallas de todo tipo. Conéctate a la naturaleza, a la familia y
recibirás mucha energía, una fuerza que llenará tu cuerpo.
Feliz domingo de conectarse.

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