jueves, 24 de septiembre de 2015

Leyendo libros

El día en el que aprendió a leer, fue un día que le abrió miles de puertas. Vivía entre gente que no agarraba un libro, pues eso era según ellos un lujo de la gente ociosa y rica. Ella miraba los libros y sabía que en ellos están todas las vidas que ella puede vivir. Los libros le permitían aspirar otra vida y vivir la suya con los ojos bien abiertos. Ellos le daban, lo que algunas veces la vida le negaba. Como decía una sabia frase: “los libros tienen mucha vitamina sé”. Para ella eran las herramientas para construir su porvenir. Lo hacía más sólido, cada vez que terminaba de leer una página, éstas se iban sumando poco a poco. Date tiempo para leer abrir más tus ojos y tu mente. Este pequeño ejercicio te ayudará entender mejor lo que pasa a tu alrededor. No seas esclavo de la masa que grita, ni de los “hurreros”, ni de los conformistas de la cabeza agachada. Ten tu propio criterio.

Feliz jueves de lectura.

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