Llegando a este punto en su vida, Hilda pensaba, que ya no le
queda más. Tanto sus fuerzas, como sus talentos, no daban para más.
Ella ha hecho tanto, mientras que otros, no han movido ni su dedo.
Parecía que a partir de ahora lo único que la esperaba era un
tiempo de paz, descanso, y de inactividad, pero no era así. Estando
en casa sin hacer nada sentía como algo por dentro estaba brotando
queriendo salir. Un impulso una fuerza que siempre ha estado ahí que
ella no supo nombrar. Ser activa significa expandirse y eso significa
vivir. Al final pudo ver claramente, que lo que hacía, y a veces le
pesaba tanto, no lo hacía como pensaba para los demás, sino para
ella misma. Era su camino de crecer, de sentirse viva y útil.
Viendo claramente estas cosas, volvió ser activa. Ya no le pesaba,
ni la pasividad, ni la ingratitud de los demás. Haciendo lo que
hacía, le permitía estar en paz con ella misma y eso no tiene
precio.
Feliz martes de actividad.

No hay comentarios:
Publicar un comentario