Tenía toda la lista de las personas con las que se iba a
encontrar, era una lista muy completa y bien ordenada. Solo le
faltaba un nombre, él de ella misma. Antes de empezar los encuentros
con otras personas, tienes que encontrarte contigo mismo. Porque solo
en un encuentro así, podrás ver y entender lo que llevas al
encuentro con los demás. Muchos encuentros, parejas, amistades,
pueden deshacerse, frustrarse, porque los involucrados en ellos, no
saben que traen. ni que esperan. Al no ser claros con nadie, ni con
ellos mismos, terminan acusando a otros, que no les atienden, que no
les dan lo que ellos tanto necesitan. Date tiempo, mira bien tu
propio mundo, su riqueza, su peculiaridad, y vete a compartir, antes
que esperar, exigir, reclamar. Este dispuesto a recibir lo que otros
te ofrecen, y verás, como de una manera natural, te enriqueces, sin
presiones y ansiedades.
Feliz domingo de encuentro con uno mismo.

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