Tantas cosas han pasado de los que nunca iban a pasar. Y han
pasado en todos los sentidos de la palabra. Pasaron lo que quiere
decir sucedieron aunque siempre decía que a mí eso me no va pasar y
cuando pasaban se daba cuenta que no es tan fuerte ni segura de sí
misma como pensaba. Lo que con el tiempo la volvió más humilde y
comprensiva. Pasaron lo que quiere decir que se acabaron aunque
parecían eternas seguras indiscutibles. Parecían eternas y se
acabaron antes de empezar bien. Eso la hizo más cuidadosa. Sabiendo
que todo puede pasar, para que algo quede más que un instante uno
tiene que cuidarlo y alimentar. Si no lo hace está condenado a las
cosas que pasan y a disfrutarlos mientras duran. Aunque todos en la
vida somos cazadores de los instantes de felicidad no estamos
liberados del deber de cuidar la vida nuestra y la de los demás.
Feliz viernes de cosas que pasan y se quedan.

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