Siempre ha pensado que sabía mucho y conocía mucho. Mientras más
avanzaba por el sendero de la vida, más se daba cuenta de que sabía
a medias y conocía muy superficialmente. Cuando las cosas se volvían
complicadas, con frecuencia se sentía frustrada e incluso
traicionada por los que parecían ser sus amigos, personas en las que
ha confiado tanto. Como tanto les ha ofrecido de su parte, esperaba
algo de reciprocidad. Sin embargo ellos ni se inmutaban. No sentían
ninguna deuda, ninguna obligación frente a ella. A diferencia de
ella, ellos no veían la amistad como una relación de intercambio.
Su problema era realmente su problema y no él de ellos, porque su
expectativas eran grandes, basadas en sus suposiciones. Pensaba que
tiene derecho de tenerlas. Derecho si tenía lo que no quería decir
que las cosas son así. Puede ser que a veces esperamos demasiado de
alguien. Queremos que vea el mundo como nosotros lo vemos, que hagan
lo que nosotros hacemos. No comunicamos nuestras expectativas, y
cuando lo hacemos es con el sabor de reproche, de desilusión o hasta
traición. Trata de conocerte más saber más de ti y eso te
permitirá verificar tus relaciones con los demás.
Feliz viernes de conocer y saber más.

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