Todos
venimos al mundo con el mismo camino por delante. Nos toca a aprender
todo. Ciertamente no todos tenemos las mismas condiciones, no vivimos
en el mismo entorno. Normalmente aprendemos en función de nuestras
necesidades y realidades que nos toca vivir. Entre muchas otras cosas
el proceso formativo incluye comparaciones y descubrimiento de
diferencias. Algo que es normal natural puede despertar muchos
sentimientos y emociones. En ciertas etapas de nuestras vidas a veces
nos cuesta aceptar que los otros tienen diferentes talentos, llegan a
alcanzar éxito en algún área. Su brillo molesta y muchos se
encargan de oscurecerlo o por lo menos palidecer. Es que la envidia
se ajusta a todas las circunstancias y adquiere todas las formas
posibles, todos los tamaños para acomodarse con precisión. No te
dejes de arrastrar por ella. Busca tu propia luz si aun no la
descubriste date tiempo porque la tienes. Así como otros pueden
iluminar tu vida, tú puedes iluminar la de ellos. El desarrollo de
talento ajeno no disminuye ni impide el desarrollo del tuyo. En el
firmamento caben todas las estrellas mientras más aparecen más
hermoso e impresionante se ve.
Feliz
miércoles de luces propias.
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