Últimamente
no había muchas palabras entre ellos. Los silencios que antes eran
signo de paz y armonía empezaban a incomodar como una piedra en el
zapato, dificultaban
la buena caminata hacia los mismos objetivos y a la misma velocidad.
Se hacían pesados y lo que es pesado, casi siempre nadie quiere
tomar primero, esperando alguna ayuda de la otra parte. Es necesario
no ignorarlos, tomarlos en cuenta, escucharlos hacerles caso. Es que
los silencios muchas veces envuelven y esconden en sí,
inseguridades, miedos, temores, cansancios y desesperaciones y un
largo etc. de cosas situaciones y sentimientos. Hazles
caso para que no se hinchen demasiado, para que no suban de peso.
Ocúpate de ellos y será más fácil caminar juntos.
Feliz
martes de ocuparse de silencios.

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