Le
gustaba ver bien las cosas. Hasta aprendió a hacer muy buenas
fotografías. El secreto era en saber buscar el ángulo perfecto, una
buena perspectiva. Nada de posiciones fijas, de juicios o rechazos
sin búsqueda. Eso implicaba subir para ver más o bajar para ver
mejor, todo dependía de lo que estaba buscando y que esfuerzo estaba
dispuesto hacer para encontrarlo. Así conseguía ver lo que otros
ignoraban aunque lo tenía frente a sus ojos o pasaban de lado. Lo
que pasa que eso es bueno poner en práctica no solo observando el
paisaje sacando fotos sino también en relaciones con la gente, a
veces subimos a veces bajamos buscando la amplitud de una mirada de
un conocimiento sin renunciar los detalles que son tan importantes
como la totalidad. Así que a subir y a bajar cuando sea necesario.
Feliz
martes de subidas y bajadas.

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