El
día se asoma por la ventana trayendo a su espalda una nueva semana,
que como una esponja absorbe todo lo que sobre ella queremos
derramar. Muchas veces derramamos muchas angustias preocupaciones y
problemas que indudablemente existen, que tenemos, pero sobre todo
eso apenas derramamos unas pocas gotas de fe esperando o incluso ya
sin esperar que hagan efecto. Lo que deberíamos de hacer, en primer
lugar cambiar las proporciones. Los días son como creemos que van a
ser. Pongamos algo de fe mezclado con esperanza, una mezcla capaz de
diluir los problemas y pegar unir bien las alegrías y felicidades.
Es bueno al inicio de una semana cuidar bien las proporciones. Que
haya fe, esperanza, sueños y amor en nuestra mirada.
Feliz
lunes de buenas proporciones.

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