No era fácil eso de iluminar y
dar sabor, conservar. Sabía perfectamente que eso era algo que le
tocaba como a cualquier ser humano, pero desde que ha tenido su
propia familia la responsabilidad fue mucho más grande. Sobre todo
cuando de repente se dio cuenta que de su vida se va la gente que
tiene memoria, que son como libros, que contienen todo el pasado de
la familia. Quedaban pocos y los que venían después venían con
muchas preguntas a las ella no siempre supo responder. Esa situación
la obligaba a ver que le toca hacer, qué debe conservar, cómo lo
debe hacer. Sabía que había cosas, historias que casi pasaban
desapercibidas a ellas les debería dirigir un poco de luz. Es que
cuando todo se aclaraba llegaban las respuestas a muchos por qué de
su pasado. La vida empezaba tener más sabor. Piensa un poco qué es
lo que importa en tu historia, que te hizo así como eres. Todo eso
influye en tu trato que tienes para con los demás.
Feliz
domingo de conservar la historia y el sabor.

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