Hay lugares que nos calman y
llevan a un estado de contemplación maravillada. Podemos regresar a
ellos, muchas veces y muchas veces descubrimos algo nuevo, pero
siempre con aquella sensación de belleza llevada a la perfección.
Tantas veces he visitado las Cascadas de Micos cerca de Ciudad
Valles, S.L.P. en México. Cuando apenas tenían agua y se formaban
las pozas. Y cuando el caudal de agua se salía de su cauce inundando
las orillas adornando todo con espuma. El nadar entre las piedras
mirar los colores y contrastes de las diferentes tonalidades mueve el
corazón. Cada país, cada pueblo, tiene sus lugares que invitan a
una parada. Es bueno no perder la sensibilidad y la capacidad de
sorprenderse, de admirar. Cuando la vida a veces aprieta es bueno
poder a regresar a estos lugares y a disfrutar de ellos. Siempre
quedan grabados en la memoria y en el corazón. El ejercicio de
visualizar trae muchos beneficios y devuelve la paz. Regresa a tus
lugares preferidos y descansa, calma tu espíritu.
Feliz
jueves de regresar a los lugares bellos.

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