A veces el cariño se
queda colgado en el aire, no es capaz atravesar el caparazón de la
indiferencia. No todas las palabras se dicen, no todos los suspiros
se suspiran. Cada día nos envolvemos en el trabajo, en el cansancio,
en las actividades. Nuestra envoltura es cada vez más gruesa y más
impermeable. Los que nos encuentran, los que nos aman, tienen
problemas para verdaderamente encontrar, la persona que está dentro.
Luego, nos quejamos que nadie nos quiere. Es difícil abrazar un
pedazo de hielo o un cactus. Miremos hoy un poco lo que nos envuelve
y dificulta acceso al corazón.
Feliz Jueves de
Desenvolver las capas.
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