domingo, 18 de agosto de 2013

Confianza

Se conocía hasta donde le permitía su espejo. A veces ni a este podía mirar con tranquilidad, porque las lágrimas quitaban la nitidez a su propia imagen. Cerrado en los cuatro paredes de su inseguridad, atado con la falta de fe en si mismo a diario hacía recuento de sus derrotas. Hasta que se conocieron. Bendita casualidad permitió, que se armonicen sus pasos. Que se rimen sus sueños. La primera vez se miró no en su viejo espejo, sino en los ojos brillantes de emoción de otra persona. Nunca ates se había visto, tan crecido, tan fuerte, tan capaz. Descubrió que la amistad, la cercanía, el amor hacen milagros. Pues no solo tú sino también otros creen en Ti.


Feliz Domingo de Confianza.

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