viernes, 16 de agosto de 2013

Golpes

El golpeaba. Al principio, cada vez cuando golpeaba, le dolía la mano y el alma. Con el tiempo su mano se fue acostumbrando a los golpes, ya no le dolía cuando golpeaba, se hacía más dura, se hacía más duro. Y él se fue olvidando, que a otros duele, cuando él golpea. Así pasó un tiempo, hasta que se dio cuenta, que no había nada entero a su alrededor, nada ni nadie, sin haber sido golpeado por él. Hasta el espejo había golpeado, para no ver, el monstruo en que se convirtió. Entre gritos, llantos y silencios, escuchó algo que había olvidado. Fue como un rayo que atraviesa el alma... no lo podía creer... La hija más pequeña, que apenas aprendía a hablar le dijo Papá.

Feliz Viernes sin Violencia
Feliz Día de Niñ@s

No hay comentarios:

Publicar un comentario