Tantas veces sentía que se ha acercado al límite, pero este
misteriosamente se estiraba o incluso en algunos casos desaparecía
sin dejar rastro. Lo rígido, adquiría una sorprendente
flexibilidad. Así tantas veces al llegar al borde, se daba cuenta
que le dejaba aun mucho espacio. Lo que parecía ser suficiente, no
alcanzaba. Los límites estaban en su imaginación, en sus proyectos
soñados a mitad por falta de fe de que le va a alcanzar la fuerza, y
el talento, para llegar más lejos de lo que le permite su miedo. En
su caso los límites eran miedos y desconfianzas, bautizados con éste
nombre, que escondía la inseguridad y hasta cierta comodidad y
conformismo. Camina, avanza, ponte en acción y verás, cómo se
moverán los límites de tu vida, empezando por el de tu horizonte.
Solo las personas pasivas están limitadas pero no por su
incapacidad, sino por su actitud.
Feliz sábado de estirar tus límites.

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