Decía la abuela Fulgencia, que uno nunca debería olvidarse de
donde venía y quien era. Saber y recordar lugar de nuestra
procedencia permite tener un punto de referencia, de inicio del gran
viaje de la vida. Sabiendo donde iniciamos, siempre podemos medir la
distancia de nuestros sueños, revisar los caminos recorridos. Saber
quienes eramos, ayuda a definir quienes somos. Muchas veces lo que
eramos lo seguimos siendo. A veces eso puede parecer negativo, si
detrás tiene escondida la falta de superación personal o un mal
conformismo, pero muchas veces es muy positivo, porque muestra que
seguimos siendo niños, que no perdimos la capacidad de asombro y la
confianza. Reconocemos nuestras interdependencias dentro y fuera de
la familia. Un domingo sirve como buena excusa para ubicarnos en un
lugar correcto y recordar lo que se nos había olvidado.
Feliz domingo de buena ubicación
Feliz Día de Niños y Niñas en Paraguay.
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