sábado, 22 de agosto de 2015

Preocupación y Enojo

Entre tantos trabajos y tantas prisas, que siempre empujaban su espalda, se olvidaba quien era. Las malas lenguas decían, que preocupación y enojo, eran sus nombres. Ni supo cómo, pero esparció a su alrededor un aura de negatividad y tensiones. Su vida no era más complicada que la de sus vecinos, pero su capacidad de enfrentar las cosas de cada día con calma, se ha agotado hace tiempo. Cualquier problemita, por pequeño que sea, activaba una avalancha de quejas y suspiros, que la arrastraba a la inercia. Lo que era sencillo, en sus ojos parecía re complicado, paralizada por miedo y falta de fe no hacía nada, pudiendo hacer todo. No dejes de inmovilizarte, cayendo en la telaraña que tú mismo tejiste con tus desconfianzas. Tu capacidad es mucho más grande y llega mucho más lejos de lo que puede ver tu mirada.

Feliz sábado de superar miedos.

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