A diferencia de otros, que no duermen bien, porque les angustia,
la incertidumbre de lo que va a pasar, ella no conseguía dormir,
dando vueltas a su pasado. Sus constantes ¿por qué lo hice? ¿por
qué me pasó? ya eran muy gastados, pero ella los seguía usando,
como un viejo vehículo, que aunque tiene carrocería, no tiene motor
y no puede avanzar. Uno se puede sentar en el asiento, pero no se va
a mover ni un centímetro. Sus vueltas al pasado la tenían
estancada, no podía avanzar, su miedo de nuevos problemas, de
cometer los mismos errores, o incluso más graves, no le dejaba
progresar. Su presente parecía huérfano de su presencia y atención.
No le daba oportunidad a crecer y ni sembrar un futuro mejor. No
permitas que tu pasado se convierta en un peso imposible de cargar.
No lo lleves arrastrando toda tu vida. Aprende las lecciones que te
ofrece y vive tu presente, no tu pasado, ni el triste, ni el
glorioso. La vida es para ahora.
Feliz martes sin arrastrar el pasado.

No hay comentarios:
Publicar un comentario