martes, 11 de octubre de 2016

Persiguiendo su sombra

Lorena llevaba un tiempo persiguiendo su sombra, tan inquieta como ella misma. Nunca la podía alcanzar pero siempre estaba pisándole los pies. Esta eterna persecución le servía para mantenerla caminando. Lo de estar en el camino tiene sus ventajas. Uno deja huellas y cruza las fronteras. Y eso de dejar huellas no es solo cosa de pisadas que se pueden reconocer sino más bien tema de las impresiones que se deja en el alma de los que cruzamos en nuestro camino. Estas huellas no siempre son las que nos gustaría dejar. La imagen queda lejos de la identidad. Nuestras huellas también quedan condicionadas por las sensibilidades, experiencias, expectativas y gustos de los que nos encuentran. Puesto que algunas cosas pueden distorsionar su percepción y eso termina perjudicando a ambos. Las fronteras cruzadas no son necesariamente las internacionales sino más bien personales. Venciendo lo que tantas veces nos tiene cerrados y limitados. Comunicando lo que llevamos cargando soñando y persiguiendo. Los sueños, las utopías los ideales que como sombra no se dejan alcanzar pero ya les pisamos los pies y nos mantienen caminando. No dejes de perseguir tu sombra.
Feliz martes de perseguir sombras.

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