Le gustaban mucho las telas finas y coloridas. Los vestidos
típicos de los diferentes pueblos le servían de inspiración para
sus nuevas creaciones. Pintaba de colores su vida. Una vida que
podría ser gris llena de quejas y lamentos. Cada tela escondía en
si unos hilos y una gran sabiduría. El hilo solo no significaba
mucho, tal vez podía ayudar a unir dos partes rotas a ponto de
separarse. Muchos hilos bien enlazados formaban la tela. En tu vida
siempre encontrarás hilos de cariño de amistad, de comprensión que
serán capaces de unirte a las personas que están cerca de ti. Si
los enlazas bien tejeras la felicidad. El secreto está en la
paciencia y en capacidad de valorar los hilos que parecen demasiado
finos e insignificantes. Únelos y entrelázalos de ellos está hecha
la felicidad, tu felicidad y también tu vida.
Feliz sábado de unir hilos.

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