No recuerda cuando la última vez se sentó con ellos
teniendo las manos vacías. Siempre se ocupaba en miles de cosas y
miles de cosas la ocupaban a ella y todos a su alrededor algo esperaban de ella. No
sabían negarse aunque sentía muchas veces un vacío y un desgaste.
Tantas veces le parecía que cuando tenía las manos ocupadas tenía
el corazón vacío. Demasiado tiempo se está dedicando a dar algo de
si, sin reponer y eso inevitablemente lleva a agotamiento. En el arte
de vivir feliz y plenamente tienes que marcar bien los momentos
aunque sean semanales para reponer las fuerzas, llenar de paz y
energía tu interior, para que luego al exterior salga todo lo
positivo, lo que los demás necesitan y lo que les podemos ofrecer.
Cada persona tiene su forma de descansar, de reponer las fuerzas y
energías. No salgas con la excusa que descansas trabajando, aunque
ciertamente existen trabajos que relajan. Este tiempo tiene ser tuyo
exclusivo innegociable. No es egoísmo es necesidad que precisamente
nos ayuda a no ser egoístas sino personas atentas que saben dirigir
su atención y cuidarse para poder cuidar a los demás.
Feliz sábado de tiempos exclusivos.

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