Ya se sentía cansada. Mucho a
caminado y parece que nunca ha llegado de verdad a ninguna parte.
Cambiaban las postales, fotos guardadas en su celular, hoteles,
camas, solo no cambiaba su interior. Por eso emprendía otro viaje y
luego otro sin llegar a lo que buscaba. Para que ese cambie debería
de parar un poco o a veces un mucho y calmar las tormentas. Una vez
en paz con ella misma, podía escuchar más y ver mejor, de esa forma
enriquecer su interior. Las cosas van y vienen y cada uno de nosotros
tiene la capacidad de detener para si las que mejor nos convengan,
las que sirven ampliar horizontes y construir puentes. Como bien
dicen los sabios, con el mismo material de puede construir muros o
puentes. Los puentes que nos llevan al encuentro de los otros de los
diferentes que siempre nos enriquecen y desafían.
Feliz día de cambios buscados.

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