Sentía la necesidad de ser cuidada,
protegida. Algo tan normal y común propio de cada ser humano.
Algunos lo expresan en voz alta, lo piden lo reclaman incluso lo
exigen, otros solo lo anhelan lo suspiran se les escapa entre una que
otra lágrima. Este sentimiento de falta de atención esta carencia
de cuidado puede ser justificada o exagerada, pero siempre debería
ser tomada en cuenta, atendida. Claro en la base de estas exigencias
y reclamos debería existir la reciprocidad. No podemos exigir algo
que no estamos dispuestos a ofrecer en la misma cantidad y calidad.
Si lo ofrecemos y nos siguen reclamando tenemos que preguntarnos si
somos entendidos si son claras legibles nuestras palabras, actitudes,
gestos. Tal vez nos falta un poco más de claridad para comunicar lo
que sentimos y poder así a expresar nuestro cuidado.
Feliz lunes de cuidado.

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