miércoles, 22 de marzo de 2017

"Heridas en los oídos"

A veces se tenía la impresión que sus oídos estaban llenos de heridas porque muchas de las palabras que escuchaba le hacían daño. No eran palabras espinosas ni chocantes sin embargo le hacían mucho daño. Reclamaba a los que le hablaban, pedía el cese de las agresiones. Sus interlocutores miraban con asombro sin entender de qué palabras estaba hablando. Ellos cuidadosos a la hora de hablar buscando palabras claras y respetuosas no veían donde podría estar escondida la agresión. Sospechaban que el problema como tantas veces en la vida no es un problema de transmisión o de contenido, sino un problema de interpretación, de fuerza y sentido que el receptor da a cada una de las palabras. Cuando demasiado nos hieren ciertas palabras tal vez tenemos que revisar si el problema no está en las “heridas” que tiene nuestro oído. Curadas las heridas del oído y del alma las palabras no nos hacen tanto daño. 

Feliz miércoles sin heridas en el oído.

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