Siempre preguntada por lo que tiene era
capaz de hablar sin parar lo que tienen otros. Lo que veía lo que
miraba con cierta dosis de envidia. Le faltaba un gran espejo para
ver lo que tiene detrás de ella y cuantas cosas y personas la
rodean. La verdadera riqueza no tiene que ver con las sumas, los
números y la capacidad de acumular, sino en la capacidad de valorar
y “usar” todo lo que se tiene para construir la felicidad de cada
momento, cada día. No postergar la felicidad para un futuro sin
definir sino de impregnar de ella las cosas ordinarias de cada día.
La sabiduría popular nos dice que “nadie sabe lo que tiene hasta
que lo ve perdido”. Tal vez hoy o durante esta semana podríamos
hacer un pequeño inventario de todo lo que tenemos y darnos cuenta
de nuestra riqueza y descubrir cuantas cosas hace tiempo no usamos y
de paso descubrir cuanta gente maravillosa está a nuestro alrededor
que conocemos tan poco y disfrutamos tan poco de su compañía. Si lo
haremos no nos dará tiempo a sentir envidia hacia los demás.
Feliz lunes de inventario.

No hay comentarios:
Publicar un comentario