Nunca fui bueno para recordar las fechas. En clases de
historia sufría los verdaderos tormentos, pero hay fechas que se quedan
grabadas y hoy es un día de estos que sabía que algo en mi vida ha pasado el 15
de junio. Buscando en el baúl de los recuerdos descubrí que jueves el 15 de
junio de 1995 a las 18:30 llegue la primera vez a México. Un salto a través del
charco que iba a cambiar mi vida. Pase un día en D.F. y luego viaje por la
noche a Ciudad Valles para llegar el sábado 17 a El Pujal, acompañar un fin de
semana a Casimiro y luego viajar a Tanlajás. Un día lleno de sol recibido en la
casa por Padre Patricio. Con él las primeras visitas en las comunidades
Malilija, San Nicolás, intentos de comer frijoles con una tortilla. Todo se me
caía. Primeros encuentros primeras palabras en tenek y muchas alegrías. Trataba
de aprender ser útil, muy inexperto en todo. Recibí más de lo que pude dar
mucha comprensión y mucho cariño. Experiencias que me iban cambiando y llenando
de ilusiones y compromisos con la gente. Aciertos y desaciertos, errores y
equivocaciones y una felicidad de ir caminando avanzando animando. Las
celebraciones que se convertían en una fiesta. El centro que soñamos construir
se estaba levantando en el momento de mejor trabajo llega diagnostico de un
problema renal y meses después el aviso de de expulsión con acusación de
actividad política. Dolía mucho no poder defenderse ni decir la verdad. Lo que
importa hoy día que a pesar de tantos años hay gente que recuerda amistad que
no se termina, señales de cariño que recibo y aunque me tuve que ir el 02 de
octubre de 2002 una parte de mi sigue ahí y lo que aprendí en la Huasteca lo
sigo disfrutando hasta hoy. Un día regresaré.
Muchas gracias por todo.
K’ak’namal yan abal patal.

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