Había días que sentía que estaba
perdido que no se encontraba en ninguna parte o por lo menos no se
reconocía en lugares en donde decían que estaba. Últimamente le
traicionaban los nervios y le ganaba la desesperación, por eso
cualquier cosa que le pasaba desataba una lluvia de palabras y quejas
que lo dejaban en una muy mala posición, y una vez bajada la tensión
sentía pena y vergüenza por lo que ha dicho pero ya era demasiado
tarde. Algunas veces ni siquiera eran palabras, que lo dejaban mal
parado, sino unas miradas o unos gestos que no podía dominar. Él
sentía que su esencia su verdadero yo está escondida debajo de
todas las capas que lo envolvían que se necesitaba tiempo y calma
para ir descubriendo a cada persona. Nos perdemos entre palabras
miras y gestos y ahí donde nos hemos perdido en otro momento en
otras circunstancias nos vamos a encontrar. Cuando te pierdes vuelve
a buscar ahí donde te parecía que no estabas.
Feliz viernes de búsqueda.

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